¿Por dónde comienza uno y sobre todo, por dónde termina cuando se trata de agradecer? Escribir esto me hace dar cuenta de lo bendecida que soy por tener a tanta gente que fue parte de forma directa e indirecta en la creación de este disco.
Gracias a mis papás, familia y amigos por creer en mi, porque sé que ustedes también soñaron conmigo. Gracias, porque pase lo que pase en la vida, sé que tengo un lugar al que regresar y sentirme en casa.
Gracias Juan y Héctor, este disco es de ustedes. Ninguna canción existiría sin ustedes. Gracias por confiar, por soñar y por emocionarse conmigo cada vez que gritaba “Gracias Viña Del Mar” No puedo sentirme más agradecida con la vida de haber creado esto con ustedes, ¡qué afortunada soy!
Gracias a todas las personas que estuvieron involucradas en la creación de este disco: Panchin Carrillo, Mitsuo Yoshiki, Rafael Arias, Enrique Lezama, Jorge Chacón, Luis Mota, Cisco Achaval, Santiago Parra, Pachi Gutierrez, Horacio Espinoza, Gerardo Morgado, Julian André Toussaint, Andrés Medellín, Marco Gutiérrez, Adrián Guevara, Plastique Famille, Ni Studio, Nayelli Metriu, Miroslava Ibarra y Ximena Mena. Me siento eternamente agradecida de poder haber tenido la oportunidad de crear este primer disco con ustedes.
Gracias a Jorge Chiwo, a Roberto López, Oscar Olmo y a mi familia de Sony Music, la mayoría de este disco lo pagué trabajando con otros artistas, ¡qué regalo tan más grande!
Gracias a Reyli Barba, Simón Medina, Panchin Carrillo, SanJuan, Mitsuo Yoshiki y a mi familia de Monster Music. Gracias por animarme (casi casi obligarme jajaja) a perseguir mi sueño. Los quiero y les agradezco infinitamente.
Gracias también a Joaquín Pavia, Sergio Vainilla y la familia de Nakama, a Kaori Takiguchi, Raúl Melo y Joaquín Flores, por ser un faro en este mar inmenso, gracias de corazón por confiar en mi y ayudarme a que alguien más allá afuera escuche mi música.
Gracias a Rafael Arias, sin ti este disco no existiría. Gracias por haberme animado a comenzar un disco dentro de un cuarto en una pandemia y por darme el valor de intentarlo con todo y miedo. Gracias a mis amigos Iranís: Nasim y Hamed. Conocerlos me cambió y me inspiró de muchas maneras a terminar este disco.
Y por último, gracias a todos los artistas que viven para crear un mundo más bello, han sido un bote salvavidas, espero que este disco pueda ser eso para alguien más
Kari